ALARMANTE, LA DELINCUENCIA EN TULA

EDITORIAL

 
CAMPESINOS OLVIDADOS Y SIN RECURSOS, EXIGEN AL GOBIERNO DARLES LO QUE LES CORRESPONDE
 
 
      Gran preocupación existe entre la población tulense ya que ha proliferado alarmantemente el robo a casa habitación y a negocios, así como los asaltos en la calle y en comercios, y, por si fuera poco, las desapariciones de personas, que lamentablemente, están apareciendo muertas en canales de aguas negras o lugares apartados.

       Parecía que Tula se había librado de la terrible violencia que existe en la mayor parte del país, pero estamos viendo, desafortunadamente, que no es así, ya que en los últimos días la tranquilidad de que gozábamos en esta ciudad y sus alrededores se ha visto alterada gravemente.

       Ahora, la población ya no puede salir después de las 8:00 de la noche, porque todo indica que el riesgo es mucho mayor, y menos ir a cajeros de los bancos, porque los delincuentes están literalmente al acecho.

      Apenas hace dos semanas que dos hombres acudieron al Bancomer, alrededor de las 9:00 de la noche, y al salir desaparecieron y ya nada se supo de ellos durante varios días. Sin embargo, fue terrible conocer la noticia de que uno de ellos fue encontrado muerto en un canal  de aguas negras, mientras que su acompañante todavía permanece desaparecido.

      Por otra parte, los robos en céntricos locales ya alarmaron, con razón, a los comerciantes, porque en cualquier momento pueden ser víctimas de los amantes de lo ajeno, quienes están ingresando a robar todo tipo de artículos y lo hacen con la mayor facilidad y huyen como si nada.

      Destacan los robos que sufrieron el Coppel de El Salitre y la clínica del Doctor Simi, ubicada en la calle de Leandro Valle, en pleno centro de esta ciudad, donde los rateros entraron como a su casa y se llevaron todo lo que quisieron, ya que nadie se dio cuenta de estos atracos.

      Y por si fuera poco, ahora los delincuentes ingresan a los domicilios ¡cuando los propietarios se encuentran adentro! y cuando ellos se defienden, con justa razón, como ocurrió en la colonia El Llano, la policía también se lleva a la cárcel a la víctima. Qué terrible situación ésta donde los agresores tienen todos los derechos y los afectados, nada.

NULA VIGILANCIA POLICIACA

     Es muy lamentable que estos hechos ocurran en nuestra ciudad, donde se supone que funciona el tan cacareado sistema de seguridad C5, con cámaras de videovigilancia, que supuestamente son verificadas las 24 horas del día. Aquí los hechos dejan ver que este sistema no está funcionando.

     Asimismo, queda claro que la policía municipal, la estatal y la famosa Guardia Nacional no se dan cuenta de nada, o realmente son insuficientes el número de elementos, quienes nunca se aparecen en los lugares de los robos y los amantes de lo ajeno actúan con toda libertad, sin que nadie los detenga.

      Y lo peor del caso es que los jefes policiacos minimizan la situación, aseguran que aquí no pasa nada y que todo está bajo control, aunque los hechos hablan de una realidad totalmente diferente.

«EL QUE LA HACE, LA PAGA»

      Ante todo ello, es urgente que las corporaciones policiacas se pongan literalmente «las pilas» y apliquen acciones concretas y más vigilancia para que se detenga esta espiral de delincuencia, que desafortunadamente va en aumento impresionante.

      La policía no debe ser pasiva o inamovible, su obligación es vigilar que la sociedad esté tranquila y cuidar las calles, y si es necesario actuar contra la delincuencia, aún a costa de la vida de estos sujetos, pues ¡debe hacerlo!

      No nos vayan a salir como nuestro flamante presidente López Obrador, con esas tonterías de «fuchi, fuchi, a los delincuentes». Qué pena que este señor esté fuera de la realidad y que el país se esté cayendo literalmente en pedazos, mientras que él está cruzado de brazos. No señores, esto no es así, y aquí «el que la hace, la paga», así debe ser.

 

 

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